Luis Miguel Guillén Paulino y Diego Enrique Barahona Anaya fueron condenados a 15 años de prisión por el Tribunal Tercero de Sentencia de San Salvador por el delito de extorsión.
Los imputados fueron detenidos en junio de 2022, en el distrito de Ilopango, San Salvador, durante entregas de dinero supervisadas por la Policía Nacional Civil, derivadas de una denuncia previa.
La víctima era visitada en su negocio por hombres que se identificaban como pandilleros. Al momento de la intervención, a Guillén se le incautaron $1,011 y a Barahona $70; en ambos casos, el dinero había sido retirado anticipadamente.
“Las pruebas presentadas en la audiencia de vista pública permitieron comprobar que los acusados eran responsables de la extorsión, por lo que el tribunal los condenó a cumplir la pena de prisión”, comunicó la Fiscalía.