Dinero depositado en cuatro cuentas bancarias y 13 inmuebles a nombre de 10 miembros de una red de trata de personas, fueron incautados por la Unidad de Extinción de Dominio de la Fiscalía General de la República.
La estructura que durante dos años estuvo explotando sexualmente a mujeres en establecimientos de la Avenida Independencia de San Salvador, fue desarticulada el 25 de febrero de 2025 y el Tribunal Segundo contra el Crimen Organizado ordenó que todos siguieran en prisión por los delitos de trata de personas agravada en modalidad de explotación sexual, lavado de dinero y agrupaciones ilícitas.
Las indagaciones determinaron que la red era dirigida por Amanda Del Carmen Cárcamo Barrera, quien junto a los demás acusados tenían funciones específicas para delinquir como una organización de crimen organizado.
Cárcamo Barrera se dedicaba a la venta de bebidas alcohólicas y prostitución; otros cinco miembros administraban los negocios y reclutaban a mujeres para obligarlas a prostituirse; entre ellos figura su hija, Jacqueline Elizabeth Rivera Cárcamo, así como Oscar Mauricio Estrada García, Ana Patricia Ramírez, Jocelyn Carolina López Ramírez y Cecia Jacoby Vásquez Ramírez.
“Las investigaciones determinaron que estos locales eran utilizados como prostíbulos y cervecerías. Once de estas propiedades pertenecían a Amanda del Carmen Cárcamo Barrera, líder de la estructura. Otro local más era propiedad de Jacqueline Elizabeth Rivera Cárcamo”, publicó la Fiscalía General de la República.
Se detalla que los establecimientos funcionaban en la residencial Bosques de Santa Teresa, de Santa Tecla; Barrio San Esteban, de San Salvador y Barrio El Calvario de Suchitoto, en Cuscatlán, este último propiedad de Marcos Rivera Alfaro, quien era colaborador de la estructura.